Esta semana centro mi blog en la depresión, esto
es debido a mi inicio como colaboradora de la Fundación Anaed (Asistencia
Nacional de Ayuda al Enfermo de Depresión).
En la sociedad actual, parece que cualquier
estado apático, con una duración mediana, ya es sinónimo de depresión o de
estar depresivo.
Pero, ¿Qué es realmente un trastorno del estado de ánimo?
La Depresión es un trastorno del estado de ánimo
que se caracteriza por la apatía, por sentimientos persistentes de tristeza,
ansiedad, o vacío, sentimientos de desesperanza y/o pesimismo, sentimientos de
culpa, inutilidad, y/o impotencia, irritabilidad, inquietud, pérdida de interés
en las actividades o pasatiempos que antes disfrutaba, incluso las relaciones
sexuales, fatiga y falta de energía, dificultad para concentrarse, recordar
detalles, y para tomar decisiones, insomnio, despertar muy temprano, o dormir
demasiado, comer excesivamente o perder el apetito, pensamientos suicidas o
intentos de suicidio y dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza,
cólicos, o problemas digestivos que no se alivian incluso con tratamiento.
¿Os imagináis todo lo que comporta y la
dificultad de lidiar cada día con estos síntomas? La verdad es que es mucho más
que estar triste, es agotador y supone una lucha diaria, pero que con un
acompañamiento médico y terapéutico la mejora es posible, aunque no inmediata.
Existen varios tipos de trastornos depresivos.
Los más comunes son el trastorno depresivo mayor (episodio que se caracteriza por
sintomatología que impide a la persona enfrentarse a su día a día, siendo sus
pensamientos negativistas y autodestructivos, e impidiendo la acción) y el
trastorno distímico (se caracteriza por sus síntomas de larga duración (dos
años o más), aunque menos graves, pueden no incapacitar a una persona pero sí
impedirle desarrollar su día a día con ganas o con todas sus habilidades o potenciales.)
La terapia
cognitivo-conductual, ayuda a la persona con sintomatología depresiva a
modificar pensamientos, es decir, transformar pensamientos irracionales,
negativistas y autodestructivos; en pensamientos racionales y más positivos,
que induzcan a la persona a la acción y no a la inactividad. Además esta se
combina, con un planing de actividad, que va en aumento a medida que la persona
se siente más capaz de asimilar y enfrentarse a las situaciones de su vida
cotidiana.
¿Te animas a dejar esta sintomatología a un lado
y recuperar tu bienestar?
Psicóloga Judit López
Psicóloga en Barcelona.
Psicóloga en Santa Coloma de Gramenet.
659250799